Existen muchos mitos en torno al optimismo…
Siguiendo los viejos refranes de nuestro entorno, muchas veces basados en el fatalismo vital…se describe a la persona optimista como «la que nació de pie», como todo el mundo sabe «unos nacen con estrella y otros estrellados» y podríamos seguir eternamente.
Contrariamente a lo que se cree una persona no «nace sino que se hace» optimista y esto suele estar muy unido a su capacidad de resiliencia.
Si buscamos la definición de este palabro en dios Google y su apóstol Wikipedia nos dirán que es «la capacidad de los sujetos para sobreponerse a periodos de dolor emocional y traumas y salir fortalecidos de esa experiencia» y que viene del latín (resilio, resilire: «saltar hacia atrás, rebotar»).
Esta cualidad o competencia personal es clave en las personas que afrontan la vida con optimismo. No son personas a las que no les haya sucedido nada malo (como dice el dicho asturiano «en todes les cases cuecen fabes y en la mía a calderades») sino que se han demostrado a si mismas la capacidad para superar esos momentos duros o dolorosos y levantarse las veces que sean necesarias.
Es importantísimo que entrenemos a las personas queridas de nuestro entorno en esa capacidad para sobreponerse a las dificultades, eso les ayudará a mejorar su visión positiva de la vida.
Especialmente en el caso de los mas pequeños de la casa, como bien les escuche a Xavier Guix (psicólogo), la «evitación de toda frustración como camino a la felicidad es un error caro de los padres de hoy». No debemos caer en esa trampa de pensar que podemos evitar toda la vida situaciones no deseadas a nuestros hijos y convertirlos así en analfabetos emocionales que no saben superar por si mismos estos pequeños fracasos.
Entre la exigencia extrema (léase Aprendiendo de los errores: papa olvida en este mismo blog) y la complacencia absoluta hay mucho terreno en el que movernos.
Cuando pienso en resiliencia me suele venir a la mente este ejemplo tremendo que he compartido en algunos cursos: el Team Hoyt
Podéis bucear en la red buscando información sobre ellos, creo que merece la pena.
Y para cerrar un dicho más, este italiano, que creo refleja el concepto de resiliencia bastante bien:
«Dura più l´incudine che il martello» Es decir dura más el yunque que el martillo.
Queridos yunques, buena semana…
Magnífico blog Chema, sigue haciéndonos reflexionar.. abrazos.
Muchas gracias Ursu! Abrazos!